«In treatment»

Ayer fui a terapia. No, no fui a ver el fútbol. Hubiera podido ir a Lisboa y de paso hacer cosas que en España no puedo, como cantar Fado. Allí hubiera comido cocido a la portuguesa y me hubiera puesto cerda.  ¿Te imaginas que yo estuviera con Gallardón? Te aseguro que no tengo ni idea de porqué me ha venido a la cabeza…

Gallardón me pone mucho.. esas cejas de cerda gruesa y natural deben dar para mucho en algún momento de la noche.

NOTA: lo de la cerda lo sé, porque yo pintaba al óleo mucho antes de saber lo que se hace por la noche.

A lo que iba. Anoche tuve terapia con tan buena suerte, que las terapeutas fueron mis amigas (mención especial merecen Sonia y Raquel)  y el diván un bareto de mi pueblo con un plasma estupendo para no perder detalle del partido. Yo estaba muy interesada porque nunca perdí la esperanza de verte detrás de alguien. Si yo fuera cámara te haría un «slow motion», pero ese es otro tema.

Portugal me lleva a política, a Gallardón y a muslos de jovenazos vestidos de corto como en un colegio de curas. De hecho, también hay señores de negro.

Hablando de  Portugal: allí van ganando los socialistas y en Francia  y Dinamarca los otros, esos peluqueros de la política que les pides por favor que te corten solo las puntas y va y te te dejan una melena por debajo del lóbulo de la oreja. Ya tú sabes.

A ver, que me centro. La terapia fue bien. A mí me ha dejado un novio que tuve, cosa que no creo que supere jamás y ellas, mis grandes amigas, intentaron hacerme ver que yo molo mucho y que él se lo pierde. Luego bebimos cerveza, vino y orujo ( esto último en su honor) casi lloro al pensar que por un momento creí que yo era más importante que su orujo. «¡Insensata! ¡Absurda!» Esto me lo dijo Mónica cuando me sacó los dedos de la garganta a las 5 de la mañana.

Yo creo que la terapia funcionó y que ya lo tengo todo superado. Lo sé porque hoy sólo lo he pensado 457 mil veces y eso es una menos que ayer.

Así que nada, voy a volver al pueblo. Lo tengo claro. Ahora me falta la excusa. A ti que me lees ¿te importaría romperme el corazón ? Te dejo mi teléfono, mira, es el !»·$%&/()=?

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